jueves, abril 26, 2007

Sangre

sangre en las manos, sangre en la cara. Es bonito el contraste que crea la sangre en un lavabo, con su color rojo, es bonito.
Tenía las manos dentro del lavabo, dejando que la sangre goteara, que recorriera mis manos hasta gotear en el lavabo. La sangre comenzaba a desaparecer pero dejaba minigotas al salpicar en su caída. Era bello, pero no podía estar eternamente viendo como gota a gota mi vida desaparecía, no podía estar así toda la noche, aun tenía un par de horas antes de que me tuviera que levantar para pensar, así que taponé presionando con una mano la herida y abrí el grifo para dejarlo de nuevo de un blanco inmaculado.
Dejé de sangrar y limpié todo rastro de sangre que había y, cuando me aseguré que no sangraría más, volví a la cama. Eran las cinco, aun podía pensar y dormir.

No hay comentarios: